Miranos, ya desde pequeñas juntas. Tanto compartido con vos, tantos momentos lindos, como peleas o otras cosas, que no me alcanazarían las palabras para expresar todo, viviste todos mis estados de ánimos, cada vez  me doy más cuenta de que me conoces más de lo que yo creía. Gracias por estar siempre, porque desde siempre estuvimos juntas, al lado mío, ayudándome en todo, escuchándome y riéndonos juntas. La verdad que con vos pasé millomes y millones de cosas. Jamás, pero jamás me voy a olvidar lo que hablábamos siempre que Marité nos iba a tirar los libros al cielo, o cuando hacíamos las rimas, ejemplo: Agustina, la que te la puso en la tina, Rodrigo la que te la puso en el higo, y esas flashadas que teníamos cada vez que nos juntamos y es el día de hoy que nos acordamos y nos seguimos riendo. 

Sabes que siempre voy a estar para lo que necesites, nunca lo dudes por favor, quiero que cuando estés mal vengas y me digas Dani, mira me pasa tal y tal cosa y yo muy feliz voy a estar por ayudarte, por hacer lo posible para que vos estés bien. Sé que sos una persona muy fuerte, nunca bajes los brazos, no te rindas, como lo venís haciendo hasta ahora. Gracias una vez más por estar siempre a mi lado. Vos tampoco me dejes nunca, te lo pido por Dios. Yo sé que cuando seamos viejitas nos vamos a seguir riendo de todo lo que vivimos. Te amo como a muy pocas personas Ailín. Te deseo toda la felicidad para hoy y siempre. Gracias por existir!