lunes, 14 de febrero de 2011

Allá voy contra viento y marea, otra vez una misma pelea, ni siquiera sé si vale la pena pero tengo ganas de probar si la suerte me va a acompañar de una puta vez o si es un mito más. Acá estoy, me agarras despeinado, éstos son mis tesoros guardados; una flor, buen vino picado, un saquito de té que está usado, un impuesto de amor del que siempre estuve excento hasta hoy. Y aunque sé que puedo estar sin vos, ¿cómo hacer que quiera estar sin vos?
Me perdí, creo que andaba pensando. Me encontré por algún lado, dudando. Si es por mí, si la vivo cagando, si me voy al vestuario o si le tiro un caño a ésta soledad que pone la gamba fuerte y me puede quebrar. 
No me vi, me tomé  por sorpresa. Arranqué y bajé la cabeza. Manejaba un triciclo prestado, me la puse contra una pared y ahora tengo un pedal en la mano, el manubrio doblado, me lastimé.
Y ahora sé que puedo estar sin vos, ¿cómo hacer que quiera estar sin vos?
Corazón, es tan fácil quererte, con o sin razón no me animo a perderte.
Si tu boca respira cerveza, si tu metro cincuenta y monedas desnudo sobre el colchón, es poesía en carne viva, es ésta canción.

Y aunque sé que puedo estar sin vos, ¿cómo hacer que quiera estar sin vos?
Corazón, es tan fácil quererte.


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